El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este viernes que a partir del sábado entrarán en vigor aranceles del 25% sobre productos provenientes de Canadá y México. Esta medida, según el mandatario, tiene como objetivo principal frenar la inmigración ilegal y el contrabando de sustancias químicas que se utilizan en la producción de fentanilo. Sin embargo, aún está en evaluación la posibilidad de incluir el petróleo en estas medidas, una decisión que Trump indicó podría tomarse en las próximas horas.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!“Podríamos hacerlo o no”, señaló Trump desde el Salón Oval, destacando que la determinación dependerá de si los precios del petróleo provenientes de estos países son considerados “justos”. Además, el presidente advirtió que los aranceles podrían ser modificados en el futuro, mencionando que tanto los incrementos como la disminución de los gravámenes seguirán evaluándose conforme pase el tiempo.
La inclusión del petróleo en los aranceles podría tener un impacto directo en los precios de la energía en EEUU, un tema delicado para la administración de Trump, que había prometido reducir los precios de la gasolina a la mitad para el año próximo. Actualmente, el precio del barril de petróleo ronda los 73 dólares, una cifra considerablemente inferior a los más de 120 dólares alcanzados en junio de 2022 durante la administración de Joe Biden.
Impacto en la energía y el comercio
Estados Unidos es un gran importador de petróleo de Canadá y México, con 4,6 millones de barriles diarios de Canadá y 563.000 barriles de México en octubre de 2023, según la Administración de Información sobre Energía. Esto representa una parte significativa de su consumo, lo que sugiere que cualquier restricción en estas importaciones podría afectar directamente los precios de la gasolina en el país, elevando los costos para los consumidores.
Matthew Holmes, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Canadá, advirtió que los aranceles podrían resultar en lo que describió como “un impuesto para Estados Unidos”. Esto, según Holmes, podría aumentar los costos de los negocios integrados entre los tres países y perjudicar la economía. “Esto no hace la vida más asequible, la hace más cara”, expresó.
A pesar de estas preocupaciones, Trump minimizó el impacto que podrían tener estos aranceles en la economía estadounidense, afirmando que el país no necesita los productos de sus vecinos. “Tenemos todo el petróleo y la madera que necesitamos”, agregó el mandatario, restando importancia a la dependencia de los productos energéticos provenientes de Canadá y México.
Repercusiones internacionales y nuevas medidas contra China
Además de los aranceles a los productos de Canadá y México, Trump también anunció una medida similar contra China, elevando los aranceles en un 10% sobre las sustancias químicas utilizadas para la fabricación de fentanilo. Esta acción forma parte de su política proteccionista, que ha sido un pilar central de su gestión y de su estrategia para la reelección en 2024.
La comunidad internacional y los analistas económicos se mantienen atentos a los efectos de estas medidas en los mercados globales. Si bien Trump asegura que las aranceles son necesarios para proteger la seguridad nacional y la economía de Estados Unidos, las reacciones de los países afectados y los impactos en los precios del petróleo y otros productos clave podrían determinar las consecuencias de esta nueva ronda de medidas comerciales.