El mundo del espectáculo argentino se encuentra de luto tras la partida de Lía Crucet, la cantante de cumbia y exvedette, que falleció este jueves a los 72 años. La noticia de su muerte llega luego de una breve internación por un cáncer broncopulmonar, enfermedad que había estado combatiendo en los últimos días. Su legado en la música tropical y en el teatro de revista deja una huella imborrable en la cultura popular de Argentina.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!La historia de una vida artística
Nacida en Gerli, Buenos Aires, Lía Crucet comenzó su carrera en los años 80, destacándose no solo por su voz, sino también por su presencia imponente en el escenario. Con temas como La Güera Salomé y Qué bello, se consolidó como una de las grandes voces de la cumbia, llevando el género a su mayor auge durante las décadas del 80 y 90.
Pero antes de llegar al éxito como cantante, Lía comenzó su carrera artística como vedette en el teatro de revista. Influenciada por sus padres, se unió al mundo del espectáculo en la televisión y las películas picarescas argentinas. Con su voluptuoso cuerpo y movimiento de caderas, se ganó el cariño del público, llegando a ser parte de programas de la talla de Moria Casán y actuando junto a comediantes legendarios como Jorge Corona, José Marrone, Alberto Olmedo y Jorge Porcel. Durante esta etapa de su carrera, se ganó el apodo de “La Tetamanti” y se convirtió en un símbolo del entretenimiento argentino.
A finales de los años 80, ya como una figura de la televisión y el teatro, Lía Crucet dio el salto a la música, consolidándose como una de las artistas más queridas de la escena tropical. A lo largo de su carrera, grabó más de diez discos, y a pesar de estar en un ámbito dominado mayormente por figuras masculinas, su carisma y talento la posicionaron como una de las grandes voces de la cumbia y la música popular.
Una artista querida y resiliente
A pesar de los problemas de salud que la aquejaron en sus últimos años, incluyendo un cáncer de útero y una neumonía grave, Lía nunca dejó de ser una figura admirada por su fortaleza y determinación. Su legado perduró gracias a su inconfundible personalidad y a su capacidad para conectar con el público, que la adoraba por su autenticidad y carisma arrollador.
Además de su éxito en la música y el teatro, Lía Crucet se convirtió en un ícono para la comunidad LGBT, realizando varias presentaciones en espacios emblemáticos como la disco Amerika y la Fiesta Plop de Buenos Aires, donde su música y su energía contagiante se convirtieron en un símbolo de inclusión y libertad.
El adiós a una estrella
Lía Crucet falleció tras haber estado internada en el Hospital La Comunidad de Mar del Plata, donde luchó contra un cáncer broncopulmonar. La noticia fue confirmada por su hija, Karina, quien lamentó la partida de la cantante y compartió su dolor con el país. Con su muerte, Argentina pierde a una de las figuras más emblemáticas de la música tropical, una artista cuya huella perdurará por generaciones.
Hoy, el mundo del espectáculo argentino llora a Lía Crucet, pero también celebra su vida y legado. Su música, su energía y su carisma seguirán vivos en el recuerdo de todos los que la conocieron y la admiraron.
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