En su intervención en la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, el presidente Javier Milei destacó la importancia de una «carrera fiscal y desregulatoria» que marcará el rumbo de las próximas décadas, comparándola con la carrera espacial del siglo XX. Según el mandatario, serán los países que «salvaguarden la libertad de los individuos» y promuevan la innovación los que prosperarán en el futuro global. En este contexto, reafirmó que Argentina tiene el compromiso de estar «a la vanguardia de esa carrera».
«Prosperarán los países que liberen las fuerzas productivas, que premien la innovación en vez de castigarla», expresó el presidente, quien en su discurso dejó en claro que la solución para erradicar la pobreza es «correrse del medio». En su visión, el Estado debe intervenir lo menos posible, dejando espacio a la iniciativa privada y al libre mercado para fomentar el desarrollo económico y social.
Críticas a la Agenda 2030 y la «gobernanza global»
Milei también dejó firme su postura frente a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, declarando que Argentina no suscribirá a ciertos puntos de la misma. El presidente manifestó que el organismo ha «fracasado en cumplir con su propósito original», que según él es «cooperar de forma voluntaria, en calidad de iguales y autónomos, para salvaguardar los derechos básicos de las personas».
El mandatario argumentó que lo que se ha establecido en la comunidad internacional hoy es un esquema de imposición, y no uno de cooperación simétrica. «Se fustiga a quien osa tener una mirada propia», señaló Milei, quien también advirtió que los mecanismos de gobernanza global no ofrecen un espacio para el diálogo, sino solo para la sumisión o la rebeldía. Según su perspectiva, estas políticas promovidas a nivel global atentan contra los derechos más fundamentales de los ciudadanos, como la libertad, el derecho a la vida y la propiedad privada.
El presidente argentino criticó fuertemente la «gobernanza global», calificándola como la «etiqueta de este fracaso», y consideró que se ha convertido en un sistema de imposiciones que restringe la soberanía de las naciones. «El consenso debería partir de un saludable desacuerdo y un debate vigoroso, pero hoy el desacuerdo escandaliza, y el debate es cada vez menos saludable», afirmó. A su juicio, los países se ven asfixiados por un régimen internacional que no respeta la soberanía de los Estados.
Disidencia con las políticas internacionales
Milei también se refirió a las críticas que recibió por parte de algunos sectores internacionales, que lo acusan de promover «discursos de odio» o de ser un «peligro para los derechos humanos». El presidente descalificó estas acusaciones, considerándolas infundadas y parte de una campaña en su contra por simplemente tener una «opinión disidente».
En cuanto a la declaración de presidentes del G20, Argentina firmó parcialmente, marcando su disidencia con varios puntos vinculados a la Agenda 2030. «Si se trata de restringir la libertad de opinión, no cuenten con nosotros», remarcó Milei, quien también expresó su oposición a medidas como los impuestos a los superricos, la intervención estatal en la economía y la restricción del derecho de los países a explotar libremente sus recursos naturales.
Un llamado a la libertad y a la soberanía
En conclusión, el presidente Milei dejó claro su rechazo a las políticas internacionales que, según él, atentan contra la libertad individual y la soberanía nacional. «Si se trata de imponer mayor intervención estatal en la economía, no cuenten con nosotros», finalizó, destacando la importancia de que cada país pueda decidir su propio destino sin presiones externas.
Con esta intervención, el presidente argentino reafirmó su postura ante el escenario internacional, destacando la defensa de los derechos individuales y la soberanía de las naciones como principios fundamentales para el futuro de Argentina y el mundo.
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