Los ácidos grasos del pescado están contenidos en forma de fosfolípidos, triglicéridos o en forma libre. Pero los fosfolípidos del pescado no son tan fáciles de extraer y utilizar en la producción: se oxidan rápidamente. Mientras tanto, son los más biodisponibles. Es decir, en los complementos dietéticos existe el riesgo de grasas oxidadas (y esto es perjudicial), o el uso de otras que no se absorben tan bien.
Quienes comen pescado obtienen además del pescado toda una serie de sustancias útiles y valiosas proteínas.
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